Al fresco de Yorgo no le queda otra que aceptar ser el reemplazante de el Albino, el organillero del barrio, cuando este lo pilla en su patio sin saber que tiene algo con su mujer. Lo que el Albino no sabe es que gracias a esto Yorgo conocerá a Alicia, una hermosa dueña de casa que lo volverá loco olvidando por completo su trabajo de organillero y su loro regalón.
El viaje de la tercera edad de la cual está a cargo Catalina, una sensual pero seria mujer, comienza muy mal, ya que Maida, la dueña de la hospedería, no quiere que los viajeros se queden. Emir, el marido de Maide, encantado con la belleza de Catalina, hace todo para satisfacerla a ella y sus abuelitos.
Cuando Ángel cae en la Clínica por una peritonitis fulminante es su ex Ángela quien lo atiende, generando en él una locura por ella que lo llevará a seguirla a cualquier lado sin importarle que ella se va a a casar ni que él está convaleciente, con señora y amante, todas marcadas por un mismo hombre y su tatuaje, un Ángel.
Cuando a Helvio, el mejor imitador de Sandro le da un preinfarto en pleno show no hay nadie más que lo reemplace que Servando, el joven sonidista del local, quien tratará de imitar todo, hasta sus movimientos más sensuales.
Cuando los trabajadores de la mina “Santa Hortensia” negocian para aumentar los salarios, Juan Chico, un minero que no entra a las minas por una supuesta silicosis, los arenga a no bajar sus pretensiones para que vayan a huelga. Así las familias se quedan en la mina, donde Juan Chico aprovecha para conocer más a Chela, la linda mujer de su Jefe, quien desconoce que Juan Chico elabora un plan maestro para que los mineros disfruten en la mina mientras él disfrutará a la mina de su jefe.
Por andar piropeando a todas las mujeres que pasan por la construcción, Jerson sufre un torpe accidente que lo lleva a ser sometido a una “Terapia Ocupacional” en donde pagará por haber molestado a su guapa terapeuta, Bernardita (Isense) y a la ruda Doris (Zderich), su peor pesadilla.
