Sergio es un detenido que primera vez llegó a la cárcel de Dallas. Un pequeño cuestionario es orientación para la decisión de la celda adecuada para él, normal o psiquiátrica.
Sergio es un joven de 32 que vivió con miedo ya que estuvo prófugo, buscado por delitos de drogas. Ocupó un nombre falso para escabullirse de la justicia, pero le llegó el momento. Fue detenido y sabe dónde está.
"No es la vida que uno quiere" asegura Sergio sobre su vida arrancando de la justicia. Debió esperar 11 horas en la sala de espera de la cárcel de Dallas para que le asignaran una celda debido a la complejidad del penal que tiene más de 7 mil presos.
En el edificio psiquiátrico se le asignó un lugar, debe buscar su delgada colchoneta para su camarote y estará tras el cristal, como son las celdas psiquiátricas donde compartirá con otros internos peor o igual que él. "No estoy loco, pero si un poco, entonces debo estar aquí con mucha gente loca", reflexionó el recluso primerizo.
