Martes 21 de julio de 2015 | 13:46
Santiago de Chile; 20 de julio de 2015
Programa Tolerancia Cero – Ley de Autocultivo
Estimado Sr. Francisco Poblete
Editor programa Tolerancia Cero
Chilevisión
En primer lugar quisiera aclarar que mi intervención en el programa Tolerancia cero fue en mi calidad de Presidenta de Fundación Daya, organización sin fines de lucro que se dedica a la investigación, promoción e implementación de terapias complementarias y medicinas naturales orientadas al alivio del sufrimiento humano. Como institución también colaboramos en la discusión y diseño de políticas públicas orientadas a velar por el desarrollo físico, anímico y espiritual de los ciudadanos. Durante el año 2013 fui invitada a exponer en el Parlamento Andino sobre Chile y su actual política de drogas; en el año 2014 Fundación Daya ha sido invitada a exponer en la Comisión Revisora de la Ley de la Cámara de Diputados, como también en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, en el contexto de los proyectos de modificación de la ley 20.000 presentados por diputados de todas las tiendas políticas. También hemos participado activamente en calidad de expertos en la Mesa de Salud convocada por el Servicio Nacional de Drogas y Alcohol (SENDA) asistiendo a sesiones semanales durante tres meses, y a través de nuestro asesor científico, el Doctor Rodrigo Díaz, también hemos sido parte de la mesa de Salud convocada por el Instituto de Salud Pública de Chile (ISPCh).
Utilizar los términos "propaganda Cannábica" y "activista procannábica" solo revela la soberbia, la ignorancia y falta de argumentos de quienes firman la misiva, queriendo menospreciar la amplia labor desplegada por Fundación Daya para propiciar proyectos de investigación sobre el uso medicinal del cannabis. Somos los primeros en Chile en generar una plataforma nacional para el desarrollo del cannabis medicinal, en conjunto con el Instituto Nacional del Cáncer, Hospital San Borja Arriarán y Hospital Las Higueras de Talcahuano, Universidad de Valparaíso, Universidad de Talca, Universidad San Sebastián y Fundación Avina. Nos encontramos trabajando con el apoyo del Instituto de Salud Pública de Chile, organismo que se ha manifestado disponible para incorporar la cannabis al arsenal terapéutico que el país requiere, como resultado de los estudios que estamos impulsando desde Fundación Daya; es decir estamos trabajando justamente con todos aquellos que los firmantes de la misiva reconocen como instituciones serias y profesionales para estudiar estos temas. Por otra parte, los firmantes de dicha carta suscriben como miembros de distintas organizaciones gremiales. No se trata de centros de investigación, ni universidades, sino que de organismos gremiales. Es decir, representan los intereses de ciertos médicos, no el monopolio de la ciencia.
Cabe señalar también que la ciencia no funciona a escala nacional, sino global, este no es un debate chileno, sino internacional. De hecho, existe suficiente investigación en el mundo que avala el uso medicinal y terapéutico del cannabis, lo que se ha traducido en políticas públicas en un conjunto de Estados del Mundo, como 23 estados de Estados Unidos, Canadá, Finlandia, Israel, República Checa, Alemania, Italia, Inglaterra, entre otros.
Y, tal como lo afirma el doctor Lester Grinspoon, M.D. profesor emérito de psiquiatría de la Escuela de Medicina de Harvard, efectivamente la cannabis en su forma natural es terapéuticamente hablando una de las sustancias más seguras que existen. La Cannabis tiene un LD50:20.000 frente al LD50:20 de la aspirina. La posibilidad de morir de sobredosis de cannabis es prácticamente inexistente.
Como vemos, decir que la cannabis es comparativamente más segura que muchas sustancias de uso común, no es una declaración tan sorprendente como los firmantes sostienen. Estas exageradas reacciones de estas sociedades ya han ocurrido en el pasado en otros países que nos llevan la delantera, pero años después estas mismas organizaciones se han dado cuenta que lo correcto es la ciencia, y la ciencia es investigación, y eso es lo que hace falta, tal como lo declara IOM (Instituto de Medicina Americana), la AMA (Asociación Americana de Medicina), la la ACS (Sociedad Americana del Cáncer), la AES( Sociedad Americana de Epilepsia), y la AAP ( Academia Americana de Pediatría), solicitando con extrema urgencia a su gobierno la revisión completa de las leyes relacionadas con Cannabis medicinal, tanto como el llamado a la misma industria farmacéutica para que hagan los estudios correspondientes que ayuden a que a la brevedad esté esta medicina disponible para la gente que lo necesite. El que hoy se recurra a la automedicación con cannabis se debe a que la población, que no encuentra alivio en tratamientos tradicionales, está más informada y en su búsqueda por mejorar su calidad de vida llegan a esta planta, tal como ocurre en forma creciente en todo el mundo. Fundación Daya busca ir en apoyo de esas personas para educarlas correctamente en su administración y dosificación, recabando las experiencias que cada uno de los usuarios medicinales reportan para generar conocimiento empírico de sus resultados.
Con respecto a las supuestas acusaciones de corrupción hechas por mi persona, los invito a que revisen nuevamente el material: yo hablé de modelos de negocios vinculados al actual enfoque prohibicionista, los que se verían afectados con un cambio de énfasis en nuestra actual política de drogas, tal como lo sostiene Ibán de Rementería, docente investigador, Programa de Drogas, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Central, en columna del medio digital El Quinto Poder: "No obstante, en los debates sobre el tema de las drogas ha surgido una resistencia a cualquier cambio, que más que provenir de sectores conservadores de la sociedad civil, las iglesias, las instituciones educativas, la caridad social, etc., proviene de algunas asociaciones médicas y psiquiátricas, como la SONEPSYN (Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía) y la Sociedad de Psiquiatría y Neurología Infancia y la Adolescencia, que han hecho de los tratamientos a los usuarios de drogas un modelo de negocio, la cuales con informaciones incompletas, interpretaciones forzadas y opiniones antojadizas pretenden que la mejor situación posible es no hacer ningún cambio en las regulaciones criminales sobre provisión y consumo de drogas hoy vigentes."
Dejando de lado el aspecto estrictamente medicinal y avanzando hacia el tema propuesto por el programa Tolerancia Cero, vale decir la actual modificación a la ley 20.000 votada en la Cámara De Diputados, aprobada por 68 votos a favor, seguimos sosteniendo, al igual que el Presidente de la Cámara de Diputados, Doctor Marco Antonio Nuñez "Enfrentamos el problema del consumo de sustancias de una manera madura, desprejuiciada, superponiendo sobre el prohibicionismo una política que acoge a quienes consumen de una manera abusiva, que previene el consumo en niños y que reconoce la libertad personal"
En relación al riesgo y potencial daño de diversas sustancias como alcohol, tabaco, heroína, cocaína, cannabis y cafeína, la tabla mostrada en el programa no es de mi autoría, sino del Dr. Jack Henningfield, del National Institute on Drug Abuse (el símil del SENDA en EEUU) y el Dr.Neal Benowitz de la U. de California en San Francisco. Si los médicos firmantes consideran grave y errada la información, es porque están desactualizados en sus conocimientos al respecto.
Por otra parte en noviembre del 2014, en la sede de la cámara de diputados del ex Congreso nacional en Santiago, varios facultativos y diputados, encabezados por el Dr. Sergio Sánchez, presidente de la Fundación Latinoamérica Reforma y el ex Presidente del Colegio Médico de Chile, el médico y diputado Juan Luis Castro, presentaron una carta abierta sobre una Reforma a la Política de Drogas en Chile, donde más de 130 médicos y profesionales de la salud, no sólo le contestan a las asociaciones científicas respecto a los beneficios del cannabis en el uso terapéutico sino que también exigen al gobierno que regule el uso medicinal de esta planta y establezca una política de drogas en el país.
Todos los grandes cambios generan resistencia, es parte de la dinámica social, pero es preocupante cuando los intereses de quienes quieren preservar un modelo retrógrado y prohibicionista, lejos de lo que es la tendencia mundial, son representados por el director de un servicio público que pretende imponer una mirada exclusivamente biomédica en un tema de claras connotaciones sociales y éticas, eliminado la mirada multidisciplinaria necesaria para abordar esta temática, tomando distancia y cortando cualquier posibilidad de diálogo con las organizaciones que habían sido invitadas a participar por esta misma administración.
Esta carta la escribo en mi condición de Presidenta de Fundación Daya, con el respaldo del nuestro equipo científico.
Ana María Gazmuri V.
Presidenta Fundación Daya
Rodrigo Díaz Viciedo
Director Comité Científico Fundación Daya
Químico Farmacéutico, Universidad de Valparaíso
Doctor en Ciencias Farmacéuticas, Universidad Complutense de Madrid, España.
Director Técnico del Laboratorio Externo de Control de Calidad (QUIFAC)
Facultad de Farmacia, Universidad de Valparaíso