Dedicamos este Diario de Viaje a Deva Dwabha, quien ha entregado su vida, a rescatar cientos de niños de la esclavitud, del robo de órganos y de la prostitución.
Viernes 9 de septiembre de 2016 | 15:22
Rumbo a India y Bangladesh me detengo en los Emiratos Árabes,
Dubai con cerca de 10 millones de turistas ha convertido a los Emiratos en una de las áreas más pujantes del planeta pero a un elevado y horroroso costo humano.
Los inmigrantes deben trabajar en condiciones de virtual esclavitud hasta 14 horas diarias bajo 50 grados de calor, sin ver a su familia por meses a cambio de un pago que en el mejor de los casos alcanza los 200 dólares mensuales.
En Bangaldesh bajo el calor opresivo y agobiante del mediodía fui testigo directo de la esclavitud de los niños, el sistema de castas y los intocables
Poco a poco me introduzco en la cadena de producción de la industria textil. Trabajan de sol a sol, 14 o 15 horas seguidas sin ningún contrato, cociendo, empaquetando, tiñendo y transportando a las barcazas cientos de miles de jeans de famosas marcas que inundan los malls desde París a Nueva York.
Muchas veces son familias enteras, durmiendo y comiendo en los mismos depósitos, verdaderos dormitorios comunes donde niños, jóvenes y adultos se mezclan y transcurre gran parte de sus vidas.
Primero escogen las telas, las separan, en grupos de 20 o 30 realizan las costuras de modelos de moda que muchos usamos, siendo cómplices de esta explotación del trabajo infantil.
Las diferencias de precio son escandalosas. Un jeans que cuesta aquí 1 dólar son vendidos por las grandes marcas de todo el mundo 30, 40, hasta cien veces más caros.
Yo me despido de esos niños cargando en mi memoria otra de las grandes injusticias del capitalismo desenfrenado y salvaje. Hoy hay más de 27 millones de niños que viven en condiciones de esclavitud no solo en el sub continente indio, sino también, en África, y en América Central y América del Sur.
Agobiado de toda esta miseria y abuso consigo por fin comunicarme con una gran defensora de los derechos de los niños, mi amiga de Texas, Duawa. Ella realiza una tremenda labor humanitaria en el norte de India, rescata niños de las calles que son vendidos para trabajos forzados o en burdeles donde son obligados a prostituirse.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Fundacion Walk Free existen hoy en el mundo cerca de 30 millones de personas que viven en condición de esclavitud, en su mayoría mujeres y niños. La cifra es la más alta en la historia del hombre y el sub continente indio tiene casi la mitad del total de esclavos del mundo.