Néstor Jiménez vive en función de ser joven. Le encanta salir de fiesta, seducir mujeres jóvenes y ser el alma de la noche. Le gusta tener una postura "jovial" ante la vida sin importarle lo que diga el resto; él quiere vivir su vida como mejor le parezca.
Reclama el trato que recibe por parte de su hija Lucía y sus faltas de respeto constantes. Considera que su familia lo valora más por su dinero que por lo que es como persona.
Lucía Jiménez es una chica de carácter fuerte y confrontacional, muy similar a la de su padre. Lucía critica fuertemente el que Néstor comparta y celebre en un mundo, que según ella, no le corresponde. Le afecta verlo coqueteando con mujeres que perfectamente podrían ser "sus hijas".
Alega que no le da dinero ni a ella ni a su familia y que lo malgasta en fiestas y mujeres. Hay varios episodios de violencia intrafamiliar que angustian a Lucía y que quiere dejar atrás al ingresar a Padres Lejanos.
PROBLEMÁTICA FAMILIAR
La relación de este padre e hija se ha visto quebrada hace poco tiempo, ya que debido al divorcio de los padres, Lucía siente que Néstor ha cambiado muchísimo y tiene otras prioridades en la vida.
El conflicto se desencadeno debido a que Lucía entró al mundo de la televisión y según su padre se le subieron los humos a la cabeza, ya que ya no estudia ni trabaja. Por otro lado, el padre también comenzó a formar parte de la farándula cambiando completamente: realizándose cirugías estéticas, saliendo con distintas chicas e incluso coincidiendo con su hija en discoteques. Lucía cree que estos comportamientos son muy inmaduros y egoistas.
Lucía critica de su padre su fijación con el dinero y las cosas materiales, además comenta que es su parámetro para medir el cariño, mientras que por otro lado ni siquiera paga la pensión alimenticia como corresponde.
Los conflictos entre ellos han llegado hasta las agresiones verbales y violencia física por parte de ambos.
