Sólo faltó la canción Naruto de fondo. Los dos delincuentes notaron que todas las salidas del edificio estaban bloqueadas y en su desesperación, sacaron un extintor, un destornillador e incluso un carro de supermercado. Hasta el libro de reclamos terminó volando por los aires.
Una escena casi sacada de una película de acción fue la vivida esta tarde en un departamento de José Domingo Cañas, comuna de Ñuñoa, Santiago.
Eran pasadas las dos de la tarde. Eran dos delincuentes, armados con un destornillador, intentando robar bicletas de inquilinos y dos conserjes defendiendo a capa y espada la comunidad en la que hacen guardia.
Fue precisamente un miembro de la comunidad del edificio quien se comunicó con Cazanoticias CHV para dar cuenta de su perplejidad ante el proceder delictivo de estas dos personas, que no hallaron nada mejor que llevar a cabo sus actos a plena luz del día.
Los conserjes intentaban que los presuntos delincuentes no huyeran del recinto tras ser captados por las cámaras de seguridad intentando ingresar a los departamentos para robar. Uno de ellos intentó impedir la salida de los delincuentes mientras el otro llamaba a Carabineros.
Lee también: Por atacar a un policía: Detienen a DT de San Felipe por pelea con guardia y oficial en multitiendaTodo comenzó con la sospechosa pareja haciéndose pasar por residentes. Una vez que lograron ingresar, intentaron forzar chapas de departamentos, momento en que una vecina alertó a conserjería de lo que estaba ocurriendo. Una vez informados de la situación, los conserjes confirmaron la actitud de la pareja con las cámaras de seguridad y decidieron cerrar todas las salidas posibles.
"Uno con la adrenalina no la piensa. Pensamos solamente que los tipos no tenían que salir", explicó el administrativo Marcelo Ríos.
Y continuó narrando el despliegue de los hechos: "Le dije a mi compañero: 'Marco, no los dejís salir'. Yo trabé la puerta y no los dejé salir. Nos arriesgamos a que los tipos hubieran tenido una pistola y ahí sí que habría sido trágico".
Sin embargo, sí contaban con un arma blanca peligrosa: un destornillador. Al verse imposibilitados de salir una vez que llegaron al lobby, el objeto era empleado por el hombre mientras la mujer intentaba hallar por todos los medios cómo salir del lugar, pero nada daba resultado. Incluso intentaron con un extintor.
Lee también: Ladrones ingresaron a casa de Eugenio Mena y le robaron su medalla de oro de la Copa América 2015Intentó abrir la puerta con un carro de supermercado, el mismo que es usado habitualmente para subir equipaje o excesiva mercadería de los propietarios. Patadas, empujones. Era imposible. Y claro, porque el vidrio era blindado. Entonces, mientras el hombre atacaba a los conserjes con el destornillador, su secuaz les lanzaba hasta el libro de reclamos.
Fueron tantas las patadas y con una fuerza tan desesperante, que finalmente lograron forzar el vidrio y salir del lugar.
Vecinos del lugar afirmaron estar preocupados, pues no es primera vez que ocurre una situación similar en la comunidad: en el pasado han sufrido portonazos. Afirmaron que elevaran los protocolos de seguridad. "Uno vive en un departamento y piensa que está más segura, pero no es tan así", opinó una de las inquilinas.
Ambos conserjes quedaron lesionados y uno de ellos incluso fue derivado a un centro hospitalario.