Pese a que en Chile existe la necesidad de que se formen expertos en tecnología, prácticamente no hay diversidad en esa mirada hacia el futuro. En programación, una de las carreras tecnológicas más demandadas por las empresas, la participación de las mujeres sólo alcanza el 5%.
"Tuve que votar la carrera, porque yo era la única mujer y mi profesor me decía que estaba haciendo perder plata a mis papás, que nunca lo iba a lograr porque era mujer", relata Camila Sánchez, la fundadora de Hack Girls, iniciativa que nació con el objetivo de motivar mujeres a unirse al mundo de programación y tecnología en Latinoamérica.
Es la misma frase que escucha a menudo por parte de sus alumnas. Y es que la brecha de género queda al descubierto cuando nos detenemos a mirar quiénes son los que crean soluciones para el futuro.
"Es súper frustrante y uno se involucra mucho, porque más allá de que les vas a enseñar una herramienta, muchas van teniendo conocimiento de programación, pero como para poder pertenecer a una comunidad", añade Camila.
Pese a que en Chile existe la necesidad de que se formen expertos en el área digital, vemos que la piedra de tope son los estereotipos y el sesgo en el aula que dificultan el desafío.
Lee también: Balance del INDH: 26% de acciones legales por vulneraciones a mujeres son por tortura con violencia sexualEn el país prácticamente no hay diversidad en esa mirada hacia el futuro. En programación, una de las carreras tecnológicas más demandadas por las empresas, la participación de las mujeres sólo alcanza el 5%.
Mientras que las carreras enfocadas en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas son preferidas por los hombres, aquellas vinculadas al área de la salud, servicios y cuidados siguen siendo escogidas por mujeres, de ahí la raíz del miedo e inseguridades para muchas.
El reporte de la Unesco denominado "Educación de niñas y mujeres en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas", de 2017, señala que en Chile y América Latina el desempeño en ciencia es casi inexistente hasta los nueve años.
Sin embargo, el estudio también indica que a partir de los 13 se produce una brecha importante: las niñas van perdiendo el interés por las ciencias y el fenómeno se agudiza en matemáticas. Pese a que se demuestra igualdad en capacidades, queda en evidencia que la brecha de género sigue estando presente en las aulas.
Lee también: "Puede que tengamos que improvisar": Carabineros publica los desvíos de tránsito para el 8M"Nunca pensé haber estudiado algo relacionado a esto. Lo veía muy lejano y muy difícil y ahora mi mentalidad ha cambiado totalmente. Mis proyectos eran muy pequeños en comparación a los que tengo hoy", cuenta Paola, quien encontró una oportunidad de desarrollo y superación en aulas donde, junto a otras mujeres, se forma como programadora o analista de datos, carreras del futuro a las que Chile llega tarde.
El panorama es peor cuando observamos que la presencia femenina prácticamente no existe. Así lo constata Anabel Mora, brand manager de Laboratoria, quien es enfática en señalar que "hay una brecha muy grande entre el talento que se esta necesitando, las nuevas profesiones, todas las carreras tecnológicas que son las que se están requiriendo en este momento y que además tienen la mayor proyección a nivel profesional y una muy poca participación de mujeres".
Asimismo, comenta que "particularmente en América Latina hay muy pocas mujeres que están trabajando ni estudiando y se están necesitando desarrolladores, diseñadores de experiencia de usuario".
Lee también: Fundación Iguales llama a los partidos políticos a incluir mujeres de las diversidades sexuales en las listas para constituyentesLlamado atendido por Daniela, quien a pesar de nunca haber sido fanática de la tecnología, hoy se forma como una experta en ella y está convencida de que se le presentarán mejores oportunidades salariales.
"En realidad creo que se basa solamente en un estereotipo, porque son las mujeres las que iniciaron casi el mundo de la programación y han ayudado a desarrollarla a los niveles que tenemos actualmente y después por mala prensa fue que se traspasó a los hombres, entonces creo que es un espacio del que tenemos que apropiarnos", comenta.
Camila, Paola y Daniela son mujeres en la conquista de un mundo que todavía parece ajeno, pero que requiere de la visión femenina para generar soluciones integrales.
"La tecnología nos ha transformado, nos ha cambiado un montón la manera en que viajamos y nos comunicamos, pero esas soluciones no necesariamente han sido desarrolladas por mujeres, o no han tenido la mirada femenina y nosotras somos la mitad de la población, así que se hace necesario que nosotras estemos desarrollando", puntualiza Anabel.
No hay dudas de que las niñas pueden, sin embargo, transformar la educación, eliminar los sesgos y dar paso al talento femenino son parte de las deudas culturales y gubernamentales para cumplir el desafío.