Un video grabado por un alumno muestra a dos escolares peleando. Una de ellas tiene un arma blanca. En el registro se ve cómo pelea sin tener conciencia del daño que puede causar. Impresiona la rabia que tienen y cómo no son capaces de controlarla.
"Pelean por cahuines", dice una alumna del Liceo Polivalente Premilitar de San Bernardo. Una pelea de niños que termina en un enfrentamiento con armas.
Jessica Bahamondes es la mamá del alumno que intentó separar a las estudiantes y está enojada porque su hijo también corrió riesgos. "Mi hijo está separando a sus compañeras que están peleando y yo estoy totalmente en desacuerdo porque mi hijo no tiene por qué estar expuesto a este tipo de cosas", dice.
Pero está lejos de ser el único. Otro video muestra una pelea en un liceo en Los Ángeles donde un alumno amenaza a una compañera que está sentada en su puesto.
"¿Creí que no te voy a pegar porque eris mujer?", le dice el joven a la niña que le pide la deje tranquila. A los pocos segundos los ánimos se calientan y la estudiante reacciona. El compañero no pudo defenderse porque la joven lo golpeó hasta que los otros compañeros intervinieron.
Uno de cada 4 estudiantes denuncia haber sido víctima de violencia en su colegio. Uno de cada 3 la justifica como medio para resolver problemas.
El superintendente de Educación, Cristian O'Ryan, asegura que "el concepto de calidad de la educación va mucho más allá de solo los aprendizajes cognitivos, tiene que ver también con un clima de buena convivencia, de participación ciudadana".
Algo que -lamentablemente- no pasa en todos los colegios. Jonathan Opazo es el padre de una alumna del Liceo Polivalente Premilitar de San Bernardo. "Mi hija no va al colegio hace 4 días, por miedo", comenta.
El rol del colegio
Camila tiene 16 años y dice que tiene miedo. Hace meses que la acosan unas compañeras. "No quiero ir al colegio, porque es tanto lo que me molestan todos los días, a cada rato. Me gritan garabatos, me hacen gestos, me empujan", describe.
Fueron al liceo Polivalente a denunciar el bullying, pero no tuvieron acogida.
Lo anterior, porque la directora del Liceo Polivalente Premilitar, Teresa Patzke, tiene otra percepción de lo que pasa con Camila. “No es bullying. El día que la chica llegó la derivamos a orientación o convivencia, conversó con la chica y ahí la niña dice que 'yo le respondo a la otra y la otra me responde a mi'. Por lo tanto, eso no es bullying, es una pelea entre dos", sostiene.
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Ante la diferencia de criterios, la familia de Camila decidió acudir a la superintendencia de Educación donde aseguraron que cada establecimiento educacional debe tener un reglamento interno con respecto a episodios de bullying. De lo contrario, los padres deben acudir a la superintendencia a denunciar.
La familia de Camila asegura que en la Superintendencia de Educación escucharon a su hija y que van a fiscalizar al establecimiento. La adolescente daría exámenes libres para no exponerla a los daños que provoca el bullying.
Un estudio realizado por la Unicef llegó a la conclusión de que un clima de violencia incide en el aprendizaje y baja enormemente el rendimiento de los estudiantes.
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“Pueden alcanzar hasta menos de 20 puntos en la prueba tercel de lenguaje y matemáticas. Y menos de 33 puntos promedio en la prueba de ciencias. Estos resultados son consistentes con la evidencia a nivel internacional sobre la relación de la violencia con los resultados de aprendizaje y también evidencia nacional". enfatiza la oficial de Educación de Unicef, Soledad Cortés
"Siempre tuve buenas notas y desde que me empezaron a pasar esas cosas bajé todo el promedio. Yo no quiero ir a estudiar. No quiero ir al colegio", sentencia Camila. La prueba palpable de que tanto educadores como autoridades están perdiendo esta batalla.
14/10/2019
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