Los peritos y centros de peritajes psicológicos y psiquiátricos son esenciales en muchos procesos judiciales, por ejemplo, en aquellos de determinan la tuición de un menor de edad. Sin embargo, la decisión final tomada en los tribunales podría ser errónea. Los lugares encargados para emitir estos informes no cuentan con un ente que fiscalice su trabajo. En el siguiente reportaje de Alejandro Silva, algunos de los afectados por esta situación cuestionan la imparcialidad y objetividad de los escritos que recibieron.