En sus jardines infantiles, a lo largo de todo el país, motivan a los menores a reciclar a fin de que a temprana edad desarrollen el respeto por el entorno natural.
Dada la urgencia en educar en sustentabilidad desde la primera infancia, la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI), en su permanente actualización de contenidos, ha integrado a su currículo la educación medioambiental para que sus educadoras y técnicas sepan cómo trasmitir a párvulos la valoración de la naturaleza y su preservación.
Así, la institución ofrece contenidos necesarios y contingentes –recopilados incluso en parte del material editorial que produce– que apuntan a formar desde los primeros años de vida en sustentabilidad y ecología, a fin de que a temprana edad sea posible desarrollar respeto por el entorno natural.
Aprovechando la curiosidad infantil y la motivación innata de los primeros años, el jardín infantil Áreas Verdes de Ñuñoa, realiza actividades pedagógicas a través de cuentos, canciones y títeres para concientizar sobre el cuidado del planeta.
“En las salas los niños pintaron contenedores blancos a partir del cuento Ñam Ñam, el Basurero, gracias a lo cual ya reconocen qué se puede reciclar”, destaca la educadora Carla Rojas, quien afirma que sus niños conocen las otras “3 R”: Reducir, Recuperar y Reutilizar.
Lee también: Los dispositivos móviles que la llevan en las salas de clases“Iniciativas como éstas son enriquecedoras para generar cambios en las futuras generaciones. Tenemos a niñas y niños cada vez más conscientes con su entorno y protagonistas de una materia que a todos nos debe preocupar", asegura Adriana Gaete, vicepresidenta ejecutiva de la JUNJI.
En el jardín infantil Burbujita, de Valparaíso, niñas y niños pueden disfrutar de una biblioteca realizada con material reciclado. De esta forma, y a través de la reutilización de bandejas plásticas, se ha sincronizado la misión de enseñar sobre el cuidado del medio ambiente y el amor por la lectura.
Por su parte, el jardín infantil Rabito de Arica convirtió un sitio eriazo como “aula verde", donde hoy los niños cuidan un huerto de hortalizas y hierbas medicinales, y el jardín infantil Siete colores de Valdivia hizo una alianza para reciclar periódicamente residuos electrónicos.