En su primer discurso desde La Araucanía, el presidente Gabriel Boric condenó los ataques incendiarios a una escuela rural y una iglesia previo a su arribo. Según dijo, estas acciones no lo intimidarán a él ni al gobierno, asegurando que los responsables "son unos cobardes y los vamos a perseguir con todo el peso de la ley". En ese sentido, indicó que este tipo de acciones le recuerdan "cuando en 1973 la dictadura militar quemaba libros en la plaza San Borja". Finalmente, destacó que la "inmensa mayoría de la gente" que vive en la región busca la paz y descartó la aplicación de la Ley Antiterrorista.