La Cámara Baja llevó a cabo 105 votaciones separadas y despachó la iniciativa al Ejecutivo.
Tras varias horas de discusión, la Cámara de Diputadas y Diputados de Chile aprobó este miércoles el proyecto de reforma de pensiones y la despachó al Ejecutivo para convertirse en ley.
Los parlamentarios fueron citados de manera excepcional por el presidente Gabriel Boric, luego que el Partido Republicano no se sumara a la unanimidad para realizar la instancia en la sala esta jornada.
La iniciativa sorteó 105 votaciones separadas y superó por amplio margen los 77 votos requeridos en cada uno de sus puntos, evitando así su discusión en la comisión mixta.
La Cámara Baja deliberó sobre la iniciativa del gobierno y aprobó los siguientes puntos, los que entrarán en vigencia en diferentes plazos:
La PGU aumentará desde los actuales 224.000 pesos a 250 mil. Esta alza se concretará en tres etapas: La primera será a partir del sexto mes de publicada la ley, destinada para mayores de 82 años. Desde los 18 meses, para mayores de 75 años, y desde los 30 meses, para mayores de 65 años.
Las administradoras se harán cargo de las inversiones, liberando de esta preocupación a los afiliados. Los fondos se adaptarán al rango etario de las personas afiliadas.
El proyecto incluye el FAPP, al cual se destinarán de manera transitoria las cotizaciones del 1,5% de la cotización con rentabilidad protegida, 2,5% del bono tabla y el SIS que se aportará de manera permanente.
Posteriormente, la Superintendencia de Pensiones licitará los nuevos afiliados a la administradora que ofrezca una menor comisión. Este proceso se llevaría a cabo cada dos años.
Finalmente, las administradoras deberán mantener y financiar un sistema único de gestión de cobranza prejudicial y judicial de cotizaciones adeudadas. De esta manera, la cobranza judicial la harán las administradoras de manera conjunta subcontratando el servicio mediante una licitación abierta. En tanto que la cobranza prejudicial estaría a cargo de la Tesorería.