La defensa del agresor, por su parte, pide que la pena sea cumplida a través de la libertad vigilada intensiva, ya que según sus alegatos, el hombre debería ser merecedor de dos atenuantes: Su "irreprochable conducta y su colaboración con la justicia".
Durante la jornada de este martes 26 de abril, los magistrados del Tribunal Oral en Lo Penal de Punta Arenas condenaron a un hombre de 50 años que violó a su ahijada en un motel de la capital regional de Magallanes.
"Se ha podido establecer, más allá de toda duda razonable, la existencia y ocurrencia del ilícito, así como la participación culpable que le ha correspondido al acusado en calidad de autor", indica el veredicto.
El suceso se remonta al pasado 13 de octubre de 2018, en el momento que la víctima -que tenía 17 años- compartía bebidas alcohólicas con su hermano y un primo.
Pasada la medianoche, la víctima se contactó mediante WhatsApp con su padrino, quien la fue a buscar para dirigirse hacia una discoteca en Río de Los Ciervos.
No obstante, luego que la adolescente le pidiera al agresor que la llevara a su casa porque se sentía mareada, éste la trasladó hacia el motel Eros del barrio Prat, lugar en el cual la ultrajó sexualmente.
"Abusando de esta relación de confianza que tenía con su ahijada, la trasladó a un Motel donde la desvistió y agredió sexualmente, sin que la víctima pudiera oponerse porque aún se encontraba perturbada bajo los efectos del alcohol", señaló la Fiscalía a través de la especialista en la investigación de delitos sexuales, Wendoline Acuña.
Al día siguiente de los hechos, la adolescente fue a constatar la lesiones del ataque sexual, denunciando en paralelo la situación ante la policía. En ese sentido, fue que el pasado 3 de agosto de 2020 el hombre fue detenido, cumpliendo prisión preventiva hasta la fecha.
Finalmente consignar que la sentencia será leída el próximo 5 de mayo.
Por su parte, la fiscal Acuña, solicita una pena efectiva de siete años, mientras que la defensa pide que la pena sea cumplida a través de la libertad vigilada intensiva, ya que según los alegatos, el hombre debería ser merecedor de dos atenuantes: Su irreprochable conducta y su colaboración con la justicia.