A tres meses de que una tarde de relajo en el Río Rapel, de la Región de O'higgins, se transformara en una pesadilla, 8 familias interpusieron una querella por homicidio frustrado con dolo eventual contra la Central Rapel, tras estar disfrutando del agua, en el mismo instante que se abrieron las compuertas de la represa. En ese momento, tuvieron que escapar del agua, perdiendo vehículos y varias de sus pertenencias, las que fueron arrastradas por la gran masa de agua. A pesar del tiempo que ha transcurrido, aún no obtienen respuestas satisfactorias.