El próximo jueves se cumplirán 15 años del terremoto y tsunami del 27-F, que en dos minutos y medio afectó al 80% del país. Desde ese febrero de 2010 hay cientos de familias cuyas vidas cambiaron para siempre, ya sea por la pérdida de seres queridos o por la destrucción de sus casas. También cambió la forma de alertar y coordinarnos frente a emergencias como estas.