Casas de estudio de todo el mundo son parte del esfuerzo urgente para investigar el virus SARS-CoV-2 y nuestro país no es la excepción. Académicos e investigadores chilenos analizan los diversos escenarios de la enfermedad, con proyectos que van desde mejores ventiladores mecánicos y un robot que cuadruplica la cantidad de tests.
La Universidad Técnica Federico Santa María trabaja en tres investigaciones paralelas -en conjunto con la Universidad de Valparaíso- que puedan aportar a combatir el coronavirus, ayudando principalmente al personal de salud.
Por un lado, se está trabajando en prototipos para construir modelos de alternativas de ventiladores mecánicos, uno invasivo para casos críticos, es decir que requiere de personal médico especializado para su uso, y otro ventilador no invasivo que es de fácil empleo. Según el profesor y director de innovación, Samir Kouro, "estamos en el proceso de armar la lista de materiales, viendo proveedores y abastecernos en el mercado local. Como hay una escasez de estos equipos a nivel global, probablemente en un futuro va haber escasez de algunas partes y piezas. Estamos viendo si estos diseños se pueden construir de manera más simple, para no tener problemas de suministros". Otro de los trabajos que desarrollan es una mascarilla que describen como una pantalla -tipo casco de soldador- que serviría como una barrera física para ayudar y proteger a los trabajadores de la salud. "Estamos avanzados en escudo de protección facial para producir en impresoras 3D, tenemos los modelos, están validados y están funcionando", afirmó Kouro.El diseño está compuesta por un cintillo imprimible en 3D que es biodegradable bajo ciertas condiciones. “Fue validada clínicamente en conjunto con un médico de la Red UC-Christus. Es funcional, complementa las mascarillas N95, protege al personal de salud del virus suspendido y además cumple con el objetivo secundario de aumentar el periodo de uso higiénico de las N95, que se van a acabar pronto, por lo que es pertinente alargar su uso”, señala Danisa Peric, directora del FabLab de la U. de Chile.
Según la Casa de Bello, el modelo será impreso por fabricantes nacionales. Se venderá a un precio ético, con el objetivo de rebajar los costos para los centros de salud y, a la vez, apoyar a los productores que se enfrentan a la crisis económica. Pero sus descubrimientos científicos no paran ahí: de la mano de la bioinformática, abrieron una discusión científica de la posible vacuna contra el coronavirus. La bioinformática es un área emergente de la ciencia que utiliza tecnologías computacionales para analizar datos biológicos. Esta metodología fue la que empleó un grupo de científicos de la Universidad de Cambridge, la Universidad de Sao Paulo y la Universidad de Chile en una investigación que identificó que ciertas cadenas de ácido ribonucleico (ARN), están directamente involucradas en la respuesta del sistema inmune del organismo tras la vacunación. El hallazgo, plantea el académico Vinicius Maracaja-Coutinho de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, entrega las bases para comprender de manera sistemática cómo funciona la respuesta temporal del organismo tras la exposición a vacunas. “Proponemos que este ARN podría ser útil para monitorear rápidamente las respuestas de anticuerpos inducidas por las vacunas, pretendemos realizar estudios similares para estudiar tanto la infección como la respuesta a vacunas referentes a otras enfermedades de interés”. De esta forma, la investigación abre un camino a futuro para ayudar a evaluar la efectividad de actuales y futuras vacunas para enfermedades como la influenza, el hanta y el COVID-19. Lee también: Experto sostiene que peak de contagios por coronavirus sería a fines de julio tras nuevas medidas decretadasLos descubrimientos científicos son muy importantes para luchar contra el coronavirus. Sin embargo, el campo social tampoco puede ser olvidado. Por eso, el Centro de Políticas Públicas de la UNAB realizó un sondeo para medir la percepción sobre la crisis del COVID-19 en Chile. El objetivo fue conocer cuál ha sido el nivel de información que ha tenido la gente al respecto y qué medidas ha tomado de prevención.
La encuesta se realizó entre el 20 y el 23 de marzo, obteniendo 10.561 respuestas –de mujeres y hombres mayores de 18 años provenientes de las 16 regiones del país– a través de plataformas digitales como Facebook e Instagram. El investigador UNAB que lideró este sondeo, Francisco Vicencio, destacó que, en general, las personas se han mantenido atentas a las noticias y la progresión de esta emergencia sanitaria. De esta forma, el 29% de los encuestados aseguró estar “muy informado” en cuanto a las medidas que debe tomar para evitar el contagio, un 42% “suficientemente informado” y un 24% “algo informado”. Así, la encuesta consultó sobre las medidas que las personas han adoptado como precaución de contagio del virus. Dentro de las más utilizadas están “evitar eventos sociales y lugares populosos” (78%), “cambiar el modo de saludar y tomar distancia de las personas” (67%), “respetar la cuarentena” (65%), “adquirir productos de limpieza y desinfección” (57%) y “evitar utilizar el transporte público” (53%). Datos que, según la casa de estudios, pueden ayudar a entender el fenómeno social que ha provocado la pandemia.