Los cuadros de COVID-19 con peor pronóstico se presentan en personas mayores de 65 años, sobre todo si tienen cáncer o alguna enfermedad crónica. Por ello, el llamado es a no exponerlos, pero evitando que se sientan solos.
Los adultos mayores son especialmente vulnerables al COVID-19, en especial quienes además tienen alguna enfermedad crónica. Mario Grossman, jefe de geriatría de la Clínica Santa María, explica que las personas mayores de 60 años tienen más riesgo de complicaciones -e incluso, muerte- por este virus. En el caso de las personas con 80 años o más, esta probabilidad se acentúa. Todo esto en base a la experiencia de China y Europa.
Grossman indica que, frente a un contagio de coronavirus, tienen mal pronóstico aquellos ancianos que padecen de cáncer, están en tratamientos con quimioterapia o enfrentan patologías crónicas, como demencia, diabetes mellitus, hipertensión arterial, asma, enfermedad pulmonar obstructiva, entre otras. Muchos pacientes tienen comorbilidad, lo que empeora el pronóstico.
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Por ello, el especialista dice que son fundamentales las medidas de prevención establecidas por las autoridades, especialmente mantenerse aislados en sus casas o residencias. Se recomienda que eviten todo tipo de visitas, sobre todo niños o adolescentes. Sin embargo, también es aconsejable que se mantengan conectados vía telefónica u otro medio tecnológico para mantener contacto afectivo y no experimenten soledad.
Es lo que hacen, por ejemplo, en algunos hogares tutelados de adultos mayores, donde se ha implementado un sistema de video-llamada para que puedan establecer contacto con sus seres queridos, amigos y familiares. Esto tras la suspensión de visitas para evitar cualquier riesgo de contagio.
Así ocurre en el centro Cordillera de los Andes, uno de los Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores (ELEAM) dependiente del Senama, ubicado en la comuna de Puente Alto. Allí, los adultos mayores están practicando algo nuevo (e incluso, desconocido) para ellos: la comunicación virtual.
Octavio Vergara, director del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), explica que están realizado un protocolo para proteger a los adultos mayores, en especial en hogares de larga estadía, en coordinación con la Sociedad de Geriatría y el Ministerio de Salud.
Junto con la cuidar de su salud física, están preocupados en la salud mental de los ancianos. Por ello, es primordial coordinar y mantener la comunicación virtual o telefónica con sus seres queridos, familiares y amigos.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, hace un llamado a ser solidarios con las personas mayores, tanto en mantener la distancia social para evitar contagiarlos, como en apoyarlos -con compras u otros- sin que ello implique un riesgo para su salud.
Para evitar un contagio de coronavirus, el consejo que más repiten los expertos para toda la población es mantener estrictas medidas de higiene: un lavado de manos con agua y jabón, que dure al menos 20 segundos y que sea con la mayor frecuencia posible. Si eso no es posible, usar alcohol gel. Este ritual debe repetirse en los adultos mayores, sobre todo si han estado expuestos a posible contaminación.
También aconsejan que, tanto ancianos como personas con enfermedades crónicas, se vacunen contra la influenza. Los adultos mayores pueden hacerlo de forma gratuita en consultorios y clínicas.
Todavía más importante, dicen los expertos, es no exponer a los adultos mayores a posibles fuentes de contagio de coronavirus. Para ello, deben evitar a toda costa el transporte público y las aglomeraciones, manteniendo la distancia de al menos 1 metro con otras personas. De preferencia, que no tengan contacto individual con personas que presenten síntomas respiratorios.
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El consejo, en este caso, privilegiar el contacto telefónico o enseñarles a usar herramientas tecnológicas que permitan ver u oír a sus seres queridos.
Es ideal que no salgan de sus casas y, por lo tanto, transportarles las cosas necesarias, como alimentos, artículos de aseo, o posibles herramientas de entretención.
Álvaro Montesino, geriatra de Vidaintegra, señala que la mejor manera de hacerlo es en envoltorios que se puedan desechar, como cajas envases plásticos o toalla de papel desechables, ojalá humedecida en una solución de cloro al 0.1%. Esto, según explica, elimina el riesgo de contagio por elementos inertes que pueden transportar una infección.
Finalmente, no está demás ayudarlos a higienizar el hogar, con cloro, alcohol gel o toallas desinfectantes.
La respuesta a esta pregunta es dinámica va a ir dependiendo de la situación epidemiológica, tanto en número de casos como recursos disponibles.
Tos, fiebre y dificultad respiratoria pueden ser los síntomas de alerta, aunque hay que considerar que algunos ancianos pueden presentar menos fiebre que un adulto joven, según explicó el geriatra Mario Grossman.
Los adultos mayores también pueden presentar mucosidad nasal, desorientación temporal y espacial, agitación, agresividad y delirio, incluso estos últimos pueden ser previos a los clásicos o en algún momento de la evolución de la infección.
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