La creencia popular ha hecho que todo el mundo conozca las tumbas de Orlita y Carmencita, mujeres que dejaron de ser anónimas para convertirse en verdaderos centros de adoración y cuyos lugares de descanso no pasan inadvertidos para quienes visitan el Cementerio General. Rayados, regalos, flores y ofrendas son testigos del verdadero culto que personas anónimas rinden en el lugar para dos mujeres que son consideradas milagrosas.
Miércoles 11 de junio de 2014 | 11:34