Ximena Gazmuri por años se desempeñó como profesora de francés y traductora, tenía un buen pasar y sin embargo de eso sólo quedan los recuerdos. Hoy se las ingenia para vivir en una pieza de 3 por 3 metros que le brindó la Municipalidad de Lo Prado tras ser desalojada por no pagar el arriendo, un presente que ella sueña con revertir.
“No me faltaba nada, tenía mi regio departamento, todo amoblado con mis regias cosas, pero así es la vida con el camino hacia abajo”, dice Gazmuri.
En bolsas conserva parte de su pasado, hija de un pintor nacional y una pianista israelí. Ximena siempre sintió una atracción por el arte y la lectura, hasta ahora conserva algunos de los 4 mil libros que llegó a tener.
Sus perros son su compañía y a sus 78 años está completamente sola en el país, no tuvo hijos ni nunca se casó, sus padres fallecieron y de su hermana que vive en el extranjero no sabe nada, por lo que los animales se trasformaron en su familia.
“La soledad a mí no me afecta, porque siempre he sido sola (…) Lo que me afecta es lo que va a pasar conmigo después”, comentó la mujer que hoy vive en un peladero junto a sus mascotas, temiendo por las personas que llegan en la noche al lugar.
Jubilada y con una pensión que rodea los 150 mil pesos, destinado a sus animales, el resto se le iba en locomoción, medicamentos y gastos básicos, quedándole 16 mil pesos para vivir, inlcuso confesó que a veces he estado 3 días sin comer porque no le alcanza el dinero.
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