El comediante y libretista explicó cómo llegó a tener la capacidad de generar chistes en su vida, relatando que fue como un arma de defensa frente a una compleja etapa en su periodo escolar.
Sábado 29 de julio de 2023 | 22:17
Luis Slimming, al igual que Maisa Rojas, Mauricio Jürgensen y Vesta Lugg, son los nuevos comensales en un nuevo capítulo de La Divina Comida, espacio en que el comediante relató un complejo momento que vivió en su infancia.
Cuando fue consultado sobre cómo había desarrollado la habilidad para hacer chistes en su etapa escolar, este relató sobre el contexto de bullying difícil que tuvo que atravesar para poder salir adelante día a día.
"Yo creo que el humor nació como un arma de defensa, más que molestarme, me pegaban. Unos compañeros me tenían de casero y yo no era bueno para las peleas, ahí aprendí a defenderme con la palabra", compartió Luis Slimming en el estelar de CHV.
Asimismo, este agregó que tanto llegó su expertis con las palabras que podía "dejar al otro llorando" pese a que "él me estaba pegando a mí. Una vez que haces reír, ya nadie te tiene mala".
Sin embargo, el comediante no solo tuvo problemas para relacionarse con sus compañeros, también pasó por impasse muy vergonzosos que lo marcó para siempre.
Entre estos, el triunfador del Festival del Huaso de Olmué de 2023 comentó la ocasión es que fue disfrazado al colegio y se equivocó de día.
"No tengo un chiste hoy, pero me acuerdo cuando era chico había una fiesta de disfraces en mi colegio y yo fui disfrazado el día antes de Cristóbal Colón. Mis papás me fueron a dejar al colegio, mi papá vio que estaban todos vestidos normales y me dijo: 'deben estar todos disfrazados adentro de la sala' y se fue", recordó Slimming.
"Fui el único que estaba disfrazado y esto se puso peor, al final del día había un acto como el Día de la Raza y me pusieron a mí como estatua frente a todo el colegio. Mi curso me humilló, pero el resto de los cursos pensaban que esto era algo planeado", prosiguió con su difícil momento.
Finalmente, este detalló qué tuvo que hacer tanto él como su familia para evitar el maltrato que sufría en su etapa escolar.
"Cuando me cambié de colegio yo tenía miedo que me tuvieran de nuevo 'pa’ la pata y el combo', entonces mi papá me dijo que sería bueno que aprendiera a defenderme. Ahí me metí a clases de Kung fu. Aprendí a gritar muy bien, eso espantaba a mucha gente", cerró.