Sólo una colilla de cigarrillo puede contaminar hasta 50 litros de agua. Estos filtros desechados son la mayor fuente de basura en el mundo, más allá de las complicaciones que genera en los fumadores. ¿En qué consiste la ley Chao colillas?
Miércoles 16 de febrero de 2022 | 19:18
Por Alejandro Sepúlveda Jara
Si usted fuma o no es tema suyo, la pregunta es ¿qué hace con el filtro del cigarrillo después de consumirlo? Se estima que el 75% de las colillas que se fuman en el mundo terminan contaminado el medio ambiente. Y, claro, por lo general, los fumadores lanzan las sobras de los cigarrillos al suelo sin ningún reparo ni menos respeto por su entorno.
“Cada año, como mínimo, el tabaco mata a 8 millones de personas y varios millones más padecen cáncer de pulmón, tuberculosis, asma o enfermedades pulmonares crónicas. La epidemia de tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo” afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero más allá de sus efectos en la salud de los seres humanos que fuman, y también de quienes sin hacerlo reciben el humo producto de la contaminación ambiental, aquí nos centraremos en los efectos de este producto tóxico en el medio ambiente.
“La primera fuente de basura mundial no son los envases de alimentos, ni las botellas, ni las bolsas de plástico, son las colillas de cigarros”, revela el informe ‘Colillas en espacios naturales’ realizado por el proyecto Libera.
Tóxica contaminación
La mayoría de los filtros de las colillas están hechos de acetato de celulosa, un termoplástico que se funde a altas temperaturas para moldearlo, y pueden albergar sustancias tóxicas como hidrocarburos policíclicos aromáticos, nicotina, arsénico y otros metales pesados.
En el mundo se consumen unos 7,4 billones de cigarrillos al año, lo cual, equivale a 20.300 millones al día. De esta cifra, el 75% de los desechos no son depositados en recipientes adaptados para ello.
“Estos desechos pueden viajar miles de kilómetros contaminando ecosistemas, encontrándose muy a menudo en zonas urbanas, pero también en la naturaleza, incluidos los océanos. Diversos estudios muestran que su efecto contaminante puede durar entre 7 y 12 años, e incluso, algunos autores afirman que pueden llegar hasta los 25 años”, advierte el informe de Libera.
Por el viento, la lluvia o alcantarillado, las colillas pueden llegar a los cursos fluviales y viajar a través de estos hasta los océanos. Así, la calidad del agua se ve amenazada y se altera el ciclo ecológico de algunas especies como moluscos, peces, reptiles y aves.
“Estos pueden resultar envenenados por cadmio por la bioacumulación de este metal (acumulación de sustancias tóxicas en el organismo) o al ingerir directamente las colillas. Esto podría afectar directamente a nuestra salud, ya que esta sustancia puede bioacumularse en especies marinas de las que nos alimentamos”, revela el estudio.
Chao colillas
Aunque el criterio indica que la basura no se debe arrojar al piso, la falta de este hace que la mayoría de los fumadores deseche los filtros contaminados en cualquier parte. ¡El suelo no es un cenicero! ¿Cuesta mucho entender algo tan básico?
Ante esta situación ya rige la ley Chao colillas en Chile. ¿De qué se trata?
El nuevo mandato prohíbe fumar en una faja de 80 metros de ancho en las playas, ya sea en el mar, los ríos o los lagos del país. Así como en los parques nacionales.
Prohíbe arrojar los filtros o colillas de cigarrillos en la vía pública, patios o espacios al aire libre.
También impide fumar en lugares donde se expendan combustibles, en medios de transporte público y ascensores.
Además, se deberán instalar ceniceros o contenedores para el depósito de filtros, colillas, cenizas y otros desechos en lugares como aeropuertos, teatros, cines, supermercados, restaurantes, universidades, etc.
La fiscalización estará a cargo de la policía marítima, fluvial y lacustre en los lugares de veraneo, descanso y esparcimiento. Asimismo, cualquier persona podrá denunciar el incumplimiento de las obligaciones establecidas en la ley.
La falta a la prohibición de fumar en playas, ríos y lagos implicará una multa desde 1 a 4 Unidades Tributarias Mensuales (UTM). Además, se contempla la posibilidad de prestar servicio comunitario a quienes sean sancionados.