A pocos días de la escandalosa agresión en pleno partido, Cristian Garín arremetió contra Zizou Bergs y el médico neutral de la serie entre Chile y Bélgica.
Viernes 7 de febrero de 2025 | 21:18
El destacado tenista nacional, Cristian Garín, rompió el silencio y abordó el escándalo ocurrido en el partido contra Zizou Bergs por Copa Davis.
El belga le propinó una brutal agresión al chileno en pleno tercer set, pero el árbitro terminó descalifando al chileno por no salir a jugar lo que quedaba de partido.
A casi una semana de lo ocurrido, Gago se descargó y afirmó que el europeo "estaba totalmente sobre revolucionado. Es un jugador que juega muy bien, pero experiencia en momentos así de Copas Davis no tiene mucha".
"Que me choque así, (él) salta, me pega en el ojo después de jugar tres horas a 160-170 pulsaciones y que te peguen en la cara (…) No sé si fue intencional o no, pero me pega en un deporte que no es de contacto", señaló.
El ariqueño no se guardó nada y recalcó que "el acto se vio mala leche porque es totalmente evitable. Nunca pensé ni vivir algo así, entonces estuve muy mal y quemado, no entendía cómo se había dado todo, que él me había venido a pegar en la cara. Fue muy raro todo".
En conversación con Radio Pauta, Garín criticó la forma de proceder del médico neutral. "Vino y me preguntó si podía jugar. Y yo pensaba: '¿Cómo no me vas a examinar? Me acaban de pegar en el ojo, en la cabeza y no me ni a examinar'", dijo.
"Esto es jugando tenis, que te peguen en la cabeza con un pelotazo puede ser, pero yo me pregunto qué hubiese pasado si él le pega al árbitro. ¿Por qué es distinto que me pegue a mí así? Hay muchas cosas que no se entienden", agregó.
El ganador de cinco títulos ATP aseguró que, al momento de la agresión, "el ojo me tamblaba, tenía una marca roja. No había sangre ni nada, pero no podía jugar al 100%. Él es muy buen jugador, pero se sobre revolucionó y me pega en la cara, esa es la verdad".
Finalmente, Gago confesó en que en un momento "quería ir a buscar" a Bergs. Además, insistió en que "el equipo belga ni siquiera se acerca a decir nada, literal. Dieron la conferencia y se fueron. Yo estaba hirviendo y quemadísimo".