Una histórica sanción fue la que aplicó la Premier League a un hincha por un insulto racista, el cual fue emitido contra el reconocido delantero coreano del Tottenham, Heung-min Son.
El sujeto, aficionado del Crystal Palace, lanzó una serie de insultos al asiático y le hizo un repudiable gesto de ponerse sus dedos en los ojos, lo que no fue tolerado por la liga.
Ante esto, la competición decidió prohibirle al individuo entrar a un estadio por los próximos tres años, todo por los hechos ocurridos en el duelo entre el Palace y los Spurs en mayo pasado.
Por si fuera poco, el castigado ya tuvo que pagar más de $15 millones y 60 horas de trabajo semanales, lo que fue avalado por las instituciones.
En el caso se utilizaron todas las cámaras de seguridad del estadio y se hizo una investigación liderada por la policía inglesa, lo que es tomado como un verdadero ejemplo para eliminar el racismo del deporte.
